miércoles, 24 de septiembre de 2008

Carlos Veronesi se prepara para el Dakar 2009


El reginense vuelve después de 14 años para participar del Dakar, con un prototipo argentino.

Lo que aparecía como un sueño, de repente de convirtió en realidad. La posibilidad de ser uno de los elegidos para participar en el Rally Dakar, que por primera vez se disputará en Argentina y Chile, le cambió la vida. El reginense Carlos F. Veronesi recibió hace unas semanas la confirmación que su inscripción fue aceptada y estará en la legendaria prueba al comando de uno de los prototipos que está armando el ingeniero Heriberto Pronello.

Veronesi, quien hace unas décadas se hizo un lugar en el rally argentino al ganar la Vuelta de la Manzana, dejó la actividad hace 14 años, nada menos.

El reginense nunca archivó sus ganas de volver. Sólo que nada lo seducía, salvo una prueba que tiene mucho de aventura como es el Rally Dakar.

Todo empezó con charlas con viejos conocidos, pasó por la movida de conseguir uno de los limitados cupos de inscripción, y cumplido ese trámite, que no era para nada sencillo aparte de lo económico, encontrar el vehículo apropiado para semejante travesía que comenzará el 3 de enero.

Escuchándolo hablar a Veronesi es imposible no entusiasmarse con su proyecto, que llevará adelante con su amigo Juan "Payo" Carbonari, navegante de mil batallas, y con uno de los Liebre IV que está construyendo Pronello.

-¿Cómo nació la idea de encarar esta apasionante misión?

-Todo empezó en una charla con el "Bicho" (por Jorge Del Buono, ex navegante de Jorge R. Recalde y Gustavo Trelles), al poco tiempo de enterarnos de que se realizaría el Dakar en Argentina. Es más, me acuerdo que me comentó que tiene dos amigos en España que se dedican a fabricar autos para estas pruebas, como son Jaton y Javier Herrador. Me volví loco. Empezó la relación con esta gente.

-¿Pensante en alquilar algo afuera o sabías de Pronello?

-Lo primero fue tratar de arreglar con esta gente, pero los números eran imposibles. No había forma de cerrarlo. Sabía que Pronello tenía su proyecto avanzando, pero me imaginé que estaba todo cerrado. No soy de los que se convencen fácil. Agarré el auto y me fui a Nueve de Julio a ver si podíamos encontrar una alternativa. La primera charla no fue alentadora. Igual, seguí visitándolo hasta convencerlo.

-¿Qué expectativas tenés?

-La expectativa que estamos evaluando es muy conservadora de mi parte. El prototipo se probara en unas semanas. Estando al lado de Pronello, viéndolo diseñar y razonando las cosas que incorporara al auto, no caben dudas que esto funcionara al mejor nivel por su potencia. Tiene 300 hp, su peso es de 1.100 kilos. Cuenta con suspensión de 50 cm atrás y 30 cm adelante de recorrido. Menos la electrónica que se compró en Australia y la palanca de cambio y freno de mano en Inglaterra, el resto todo artesanal, ciento por ciento argentino.

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